El sistema inmunológico contiene los mecanismos necesarios para adaptarse ante el ataque de bacterias y una de las claves de que se produzca esta reacción tan eficiente radica en los cambios que se desencadenan en el metabolismo mitocondrial, que permiten adaptar la respuesta de las células del sistema inmune a las bacterias vivas o muertas.
Lo acaban de desvelar investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC), dirigidos por Johan Garaude, Rebeca Acín-Pérez, José A. Enríquez y David Sancho, en un trabajo que se publica en Nature Immunology, que además podría facilitar el diseño de vacunas y proporcionar nuevas dianas farmacológicas para el tratamiento, tanto de las infecciones como de los trastornos metabólicos inflamatorios.
Se sabe que los microorganismos poseen ciertas moléculas que son detectadas como señales de peligro por las células del sistema inmunológico. Además, en los últimos años se ha visto que el reconocimiento de estas moléculas asociadas a los microbios permite que las células del sistema inmune lleven a cabo los cambios metabólicos necesarios para desencadenar una respuesta más eficaz ante los patógenos.
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