Durante el periodo de engorde, ambos grupos se subdividieron en dos y se administró un segundo tratamiento con amoxicilina en pienso a dos de los cuatro grupos. Así quedaron los cuatro grupos de tratamiento: grupo no tratado, grupo tratado con amoxicilina, grupo tratado con ceftiofur, y grupo tratado con ceftiofur y amoxicilina. Durante el tratamiento, se recogieron muestras fecales y se aisló E. coli resistente a cefalosporinas (CR), una clase de antibióticos beta-lactámicos. De los que quedaron aislados, se analizó la presencia de genes de resistencia a cefalosporinas y se tipificaron los plásmidos que albergan dichos genes.
“El estudio ha mostrado que ambos tratamientos generan un aumento en la prevalencia de E. coli CR durante el período de tratamiento, pero la resistencia disminuye tras el tratamiento. En el momento de la finalización, ya no se recuperan bacterias E. coli CR de los animales”, explica Lourdes Migura-García, investigadora del CReSA (IRTA-UAB).
Los resultados, publicados en la revista Applied and Environmental Microbiology, sugieren que el uso de ceftiofur y amoxicilina en diferentes etapas del ciclo de cría del cerdo son factores de riesgo independientes para la selección de E. coli CR. Ambos antimicrobianos betalactámicos seleccionan E. coli resistentes durante el curso del tratamiento. Sin embargo, no se detectaron bacterias E. coli CR en ausencia de presión selectiva o cuando los animales partieron hacia el matadero.
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